Janet Ruiz
Recuerdo cuando decidí comenzar un negocio en Amazon, llena de entusiasmo y confianza. Compré una gran cantidad de frisas de bebé, convencida de que serían un éxito inmediato. Sin embargo, pronto me di cuenta de que había pasado por alto algo esencial: no había hecho la investigación necesaria, no entendía la competencia ni las verdaderas necesidades del mercado. Las frisas se quedaron sin vender, y ese fracaso me golpeó duro. Sin embargo, lejos de desanimarme, esta experiencia me enseñó la importancia de la preparación y la estrategia. Me llevó a un camino de aprendizaje constante, dedicándome a entender mejor el negocio en línea y encontrando formas de ayudar a otras madres a superar sus propios obstáculos en el emprendimiento.
Si miro hacia atrás en todas las lecciones que he aprendido sobre la vida, los negocios, la maternidad, las relaciones, y más, encuentro un elemento común: el fracaso. Fracaso todo el tiempo. Es así como aprendo. Sin embargo, el fracaso tiene una connotación negativa, y creo que es importante desestigmatizarlo. Fracasar significa que intentaste algo, que estás en la arena, que estás aprendiendo, y que estás tomando riesgos. Quienes fracasan están viviendo. Por eso creo que todos deberíamos estar fracasando más a menudo.
Si no puedes pensar en algunas historias sobre tus propios fracasos, entonces no te estás esforzando lo suficiente. El fracaso es humano, y es algo que todos experimentamos antes de alcanzar el éxito. Los bebés se caen antes de aprender a caminar. Fallas muchos tiros en baloncesto antes de aprender a encestar un tiro libre. Yo misma compré montones de frisas de bebé sin hacer la investigación adecuada antes de entender cómo funciona realmente el mercado en línea. Claro, podría haber evitado ese fracaso si nunca hubiera intentado emprender en Amazon, pero entonces no tendría la experiencia y el aprendizaje que ahora me guían en cada paso de mi negocio y me permiten ayudar a otras madres a emprender con confianza.
Ahora, fallar al intentar encestar una pelota de baloncesto implica mucho menos valor que cambiar de carrera, por ejemplo. En uno hay mucho más en juego que en el otro. Sin embargo, es cierto que hay grandes recompensas con grandes riesgos. La cuestión es que tus fracasos no demuestran que seas un fracaso. Todo lo contrario. Tus fracasos muestran que eres valiente, que estás viviendo, aprendiendo y esforzándote.
Aquellos que no están fracasando no se están empujando fuera de su zona de confort.
Para intentar cambiar la forma en que ves tus fracasos, prueba esta actividad. Con el propósito de eliminar la vergüenza de fracasos pasados y replantear cómo los miras, transforma la historia que rodea las cosas que intentaste y no funcionaron.
Escribe cinco cosas en las que has fallado. Al lado, replantea la historia. Cambia la narrativa. Piensa en el riesgo que tomaste en ese fracaso, lo que aprendiste y cómo ese fracaso te transformó para mejor. Aquí tienes un ejemplo:
Fracasé al intentar emprender en Amazon:
Lancé un negocio en Amazon comprando muchas frisas de bebé, pensando que serían un éxito. Me aventuré fuera de mi zona de confort sin hacer la investigación adecuada. Aprendí que para tener éxito en el comercio en línea es fundamental conocer el mercado y planificar bien. Este fracaso me enseñó mucho sobre la importancia de la preparación y me impulsó a ser más cuidadosa y estratégica en mi enfoque.
No logré organizar mi contenido esta semana:
Cuando planifico mi contenido con anticipación, todo fluye mejor y puedo compartir mensajes que realmente conectan. Esta semana, no logré organizarme y eso me afectó. Aprendí que necesito dedicar más tiempo a planificar mis publicaciones para poder alcanzar a mi audiencia. Y está bien; debo darme espacio para cometer errores y no compararme con otros creadores de contenido.
Fracasé en vender mi primer producto digital:
Creé un producto digital con mucha ilusión, pero no tuvo las ventas que esperaba. En ese momento me sentí desmotivada, pero cada vez que intento algo nuevo, gano experiencia y conocimiento. Este fracaso me enseñó que cada intento fallido me acerca más a crear algo que realmente conecte con mi audiencia. Mis productos exitosos no existirían sin los que fallaron primero.
Fracasé en mantener límites de tiempo en pantalla para mis hijos:
No me gusta que mis hijos pasen tanto tiempo en dispositivos, pero últimamente lo han hecho más de lo que quisiera. Me di cuenta de que equilibrar mi negocio y mis responsabilidades como madre no siempre es sencillo. Aprendí que a veces es necesario elegir las batallas y darme gracia a mí misma mientras intento gestionar la educación y crianza de mis hijos, junto con mi negocio.
No logré organizar una rutina de cuidado personal:
Intenté establecer una rutina para cuidarme mejor, hacer ejercicio y dedicar tiempo a mis pasatiempos. Pero entre el negocio y la familia, esta rutina quedó en segundo plano. Aprendí que el autocuidado es algo gradual y que no debo presionarme tanto.
Cada uno de mis fracasos tiene una historia detrás, algo que aprendo, un riesgo que he tomado, un ejemplo de mi valentía. Mis fracasos son importantes porque a menudo me llevan a cosas mejores. Sé lo que funciona porque sé lo que no funciona. A veces, lo único que obtengo de un fracaso es que necesito hacerlo mejor o probar algo diferente, pero eso también es valioso.
Así que la próxima vez que pienses en tus fracasos, piensa en cómo te han moldeado. Cómo puedes aprender de ellos. Cómo prueban que estás ahí fuera dando lo mejor de ti, tomando riesgos y creciendo.
Todos deberíamos estar fracasando más.
Dame un ejemplo de uno de tus fracasos y cómo cambió las cosas para mejor.
Con cariño,
Janet
Hace más de 10 años comenzó mi travesía tratando de descubrir y entender cómo se construía un negocio online. He vendido productos físicos en Amazon, como también productos digitales. Descubrí que los productos digitales me apasionan porque puedo ayudar a muchas mamás como yo a construir un negocio online a través de sus pasiones y habilidades. Estoy firmemente dedicada a ayudar a emprendedores inteligentes como tú a transformar sus pasiones y conocimientos únicos en un negocio altamente rentable y escalable.
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